La mayoría de los cursos de
coaching comienzan con una diferenciación de lo que es el coaching y lo que son
otras disciplinas afines pero en definitiva con objetivos distintos, tales como
el mentoring, la consultoría, la formación, el entrenamiento, el “counselling”
y la terapia.
Como vemos en la figura de abajo,
hay dos variables fundamentales en todos los procesos entre un profesional y un
cliente: el enfoque temporal y el enfoque de quién aporta los conocimientos y
las experiencias. En el caso de los procesos tipo “especialista – cliente”
suele ser el especialista el que, con base en su experiencia y conocimientos le
propone al cliente un curso de acción para alcanzar sus objetivos. En el caso
de los procesos tipo “espejo – cliente” suele ser el mismo cliente, quien,
basado en sus propios conocimientos y experiencia, tiene la oportunidad de
descubrir, apoyado por el profesional, sus propias soluciones y cursos de
acción de cara a sus objetivos.
En cuanto al enfoque temporal,
básicamente la división está entre los procesos que se centran en lo que
sucedió antes y que es la causa de que el cliente se encuentre donde se
encuentra y por otro lado los procesos que se centran en lo que el cliente hará
en el futuro para alcanzar sus objetivos, independientemente de lo que haya
sucedido en el pasado.
Con lo anterior, existen
situaciones que se prestan más para experimentar un proceso u otro, si bien
todos pueden resultar enriquecedores. Los campos de aplicación de cada uno de
los procesos se deben decidir contestando a preguntas tales como:
1. ¿De
cuánto tiempo dispongo para alcanzar mi objetivo?
2. ¿En
qué medida poseo los conocimientos que hacen falta para alcanzar mi objetivo?
3. ¿Hasta
qué punto estoy dispuesto a comprometerme con la solución a mi situación?
4. ¿Hasta
qué punto deseo desarrollar mis habilidades en el camino a la obtención de mi
situación?
5. ¿Cuál
es el grado de autonomía que deseo tener durante el proceso?
6. ¿Hasta
qué punto deseo que la responsabilidad de la solución recaiga en mi?
7. ¿Hasta
qué punto deseo poner a prueba mi autoconocimiento para alcanzar mis objetivos?
8. ¿Cuál
es la naturaleza de mi objetivo?
9. ¿Hasta
qué punto me encuentro en dominio de mi estado emocional?
10. ¿Hasta
qué punto me encuentro en dominio de mis acciones?
Con estas respuestas podemos
llegar a nuestras propias conclusiones de lo que más nos conviene. En términos
generales podemos seguir los siguientes criterios por cada una de las
respuestas:
1. Cuanto
menos tiempo se tenga para alcanzar el objetivo, mayores posibilidades habrá de
necesitar ayuda externa. Esto podría significar intervención directa de un
especialista como un consultor, terapeuta o mentor.
2. A
menores conocimientos sobre el terreno donde se desarrolla la situación, se
harán más necesarios los conocimientos de terceras personas, lo que favorece la
opción de trabajar con un especialista (consultor, terapeuta o mentor).
3. Si
el compromiso con la solución es muy alto, es posible que el cliente desee
formar parte de la solución en sí mismo, lo que puede lograr mediante un
proceso como el coaching, el counselling o la formación.
4. El
desarrollo de habilidades personales es un ingrediente fundamental del coaching
y la formación, por lo que un elevado deseo de desarrollo apuntaría a esa
dirección. Los especialistas, por otro lado, favorecen poco el crecimiento
personal.
5. Un
grado de autonomía alto indicaría nuevamente un compromiso con la solución
elevado y dejaría entrever una solución del tipo coaching o counselling y en
menor grado, la formación.
6. La
mayor responsabilidad de una solución se alcanza en un proceso de coaching y
counselling, seguido por el mentoring y la terapia, la formación, la
consultoría y finalmente el entrenamiento. Una persona que recibe instrucciones
tiende a sentir poca responsabilidad sobre el resultado de la solución.
7. El
autoconocimiento suele ir de la mano del desarrollo de habilidades personales,
ya que el primero es una precondición de lo segundo.
8. Las
personas que tienen el objetivo de dejar atrás situaciones traumáticas, estarán
mejor atendidas en procesos de counselling o terapia, mientras que las personas
que deseen mirar hacia delante basados en lo que hacen hoy, podrían preferir
procesos de coaching, formación, consultoría o entrenamiento. Por otro lado, el
entrenamiento está enfocado en perfeccionar habilidades muy específicas y
podría ser complementario a la formación, mientras que la consultoría suele
tener un enfoque más integral, al igual que el mentoring y el coaching.
9. Las
respuestas a las preguntas 9 y 10 indican que las personas que tienen un alto
dominio de sus emociones y acciones, buscan frecuentemente ser parte activa de
la solución y se sienten atraídas por procesos como el coaching, el mentoring,
la consultoría y la formación. Quienes sufren para controlar sus emociones y
acciones se encuentran normalmente más seguros en manos de terapeutas y
profesionales del counselling.
Lo anterior,
puesto en un mapa, desde el punto de vista del desarrollo y la responsabilidad
se resume en:
Y desde el punto de vista de los
objetivos, se resume en:
Visto lo anterior, cabe la
pregunta ¿existe algún área en común donde el cliente pueda beneficiarse de la
combinación de varios de estos procesos?
La experiencia nos dice que sí,
pero veamos en qué se fundamenta que así sea:
·
Los procesos relacionados con el aprendizaje
(formación, entrenamiento y mentoring) pueden llevarse a cabo de forma
experimental / vivencial, lo cual puede implicar la práctica de un proceso de
coaching, terapia o consultoría simultáneamente a la adquisición de
conocimientos.
·
La poca responsabilidad que el cliente adquiere
cuando trata con un especialista (terapeuta o consultor), puede incrementarse
procurando que él/la cliente mismo(a) llegue a la conclusión de que la solución
adecuada coincide con la que el especialista recomendaría mediante herramientas
como las que ofrece el coaching.
·
El desarrollo que vive el cliente puede
incrementarse al hacerle partícipe de la solución mediante la incorporación de
sus sugerencias durante un proceso como la terapia, la consultoría o el mentoring.
·
En procesos que tratan a los clientes con la
premisa de que tiene poca capacidad de controlar sus emociones o conductas
(terapia), hacer un cambio de paradigma de manera que, por ejemplo, se parta de
la confianza en las capacidades del cliente. Esto implicaría que el
especialista hiciera una introspección individual para encontrar una auténtica
confianza en sus clientes. Un reenfoque de esta naturaleza podría demostrar ser
una poderosa forma para predisponer al cliente a una recuperación más pronta.
El coaching como complemento de la terapia
Un cliente acude con un coach
para ver si puede ayudarle a conseguir un objetivo que ha perseguido desde hace
mucho tiempo y ha demostrado ser sumamente elusivo. Después de una serie de
preguntas, el objetivo queda plasmado en palabras del cliente como: “quiero controlar
el intercambio de información que tengo con el resto de las personas, de manera
que no termine hablando más de la cuenta y dé a conocer información que no
deseo”. Durante la primera sesión el cliente comenta que es una persona sin
control en varios aspectos de su vida, como por ejemplo, el dinero y sus
relaciones con otras personas. Por otro lado, el cliente manifiesta su
frustración porque su jefe no confía en él, sus clientes perciben a una persona
insegura y su familia se siente con el derecho de tomar decisiones por él.
Al mismo tiempo, el cliente se
plantea como objetivos paralelos crecer laboralmente y ser una persona más
asertiva.
En el coaching no se hacen
diagnósticos de los clientes. Sin embargo, haciendo una recopilación de lo
manifestado por el cliente, sabemos que:
·
Desea incidir en su presente para forjar su
futuro, dejando de lado su pasado (ámbito del coaching).
·
Desea desarrollar habilidades de comunicación
más efectiva, crecer laboralmente y trabajar en su asertividad (ámbito del
coaching).
·
Está dispuesta a adquirir compromisos consigo
misma a partir de sus conocimientos y experiencias para alcanzar sus objetivos,
lo cual se traduce en una mayor responsabilidad (ámbito del coaching).
·
Los objetivos en sí mismos son tanto del tipo “recuperar”
el control como de “adquirir” nuevas herramientas para sus relaciones
interpersonales (ámbito de la terapia y del coaching).
·
Se parte del supuesto de que, si bien su dominio
emocional y conductual en el pasado ha sido limitado, en el presente tiene un
nivel adecuado para emprender sus propios compromisos (ámbito de la terapia,
reenfocado hacia el coaching).
El espacio en el que conviven el
coaching y la terapia está dado en el caso en cuestión y las diferencias
fundamentales con un proceso tradicional son, de forma genérica:
Terapia sin coaching
|
Terapia con coaching
|
Diagnosticar desde una opinión
experta
|
Enterarse de los hechos que han
llevado al cliente a emprender el
proceso
|
El objetivo lo lleva el cliente
|
El objetivo lo define y refina el cliente con ayuda del
coach
|
El paradigma es que el cliente no
tiene control emocional / conductual en principio
|
El paradigma es que el cliente
tiene todos los recursos y el control que le hacen falta para emprender el
proceso y que dispone de conocimientos, habilidades y hábitos para lograr su
objetivo
|
Se restringe al cliente a que siga
un curso de acción que el experto considera el mejor
|
Se ayuda al cliente a que descubra sus propios métodos de
trabajo de cara a su objetivo
|
Se reenfocan las creencias limitantes
del cliente según las creencias del experto
|
Se ayuda al cliente a que explore
y encuentre creencias alternativas a las creencias limitantes actuales
|
En nuestro caso, lo anterior se
traduciría en:
Terapia sin coaching
|
Terapia con coaching
|
Desórdenes con nombre
|
El cliente da más información de
lo que desea a otras personas, su jefe y sus clientes le manifiestan que no
transmite confianza
|
El objetivo es…
|
¿A qué te refieres con…? ¿cómo vas a saber cuando hayas
alcanzado tu objetivo? ¿qué hitos tienen que suceder para que llegues a tu
objetivo? ¿cuánto tiempo puede requerir eso?
|
El cliente tiene el desorden X que
le impide controlar sus emociones / conductas
|
El cliente se plantea trabajar a
partir de sus fortalezas para controlar en mayor medida sus emociones /
conductas
|
El tratamiento para el desorden es…
|
¿Qué tiene que pasar ahora? ¿Cómo puedes lograrlo…? ¿Qué
consejo le darías a alguien en tu situación? ¿Y si…? Imagínate que tienes el
control, ¿qué harías para…? ¿Qué vas a hacer?
|
Desde la definición de lo sano, no
creemos que… en vez de eso creemos que…
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¿Siempre es así? ¿En qué se basa
eso que piensas? ¿Las circunstancias siguen siendo las mismas? ¿Eso aplica en
todos los casos? ¿Qué casos distintos conoces? ¿Y si…? ¿Cómo podrías
reformular tu creencia ahora?
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