miércoles, 23 de julio de 2014

La gestión del cambio con coaching

Imagina que te levantas por la mañana con tu programación habitual. Haces las cosas que normalmente haces al ritmo que normalmente llevas y todo está bajo control. Te subes al coche y te dispones a ir al trabajo, pones las noticias como todas las mañanas y te enteras (con horror, puesto que tienes una importante reunión de trabajo a primera hora) de que tu ruta habitual al trabajo está totalmente cortada. En ese momento todo el control que tenías se desmorona y entras en una situación de pánico. ¿Qué opciones tienes?

Veamos tres escenarios:

1. Te empeñas en ir por la ruta cortada. Cuando encuentras el corte, te enfureces y le gritas de todo a los trabajadores y policías que están en el desvío. Ellos te dicen que eso es lo que hay y que tendrás que ir por otro lado. Tú cada vez te aferras más y les recuerdas que con tus impuestos pagas esas obras y el salario de ellos. El desvío sigue allí. El tiempo sigue pasando y seguramente serás el único que no estará presente en la reunión de trabajo.

2. Te paralizas y te quedas sin saber qué hacer. Miras como el resto de las personas dan media vuelta o buscan consejo de cómo llegar a sus destinos. Te da envidia ver que hay gente que se mueve mientras tú no aciertas a hacer absolutamente nada. Esperas que suceda un milagro para que la reunión de trabajo se posponga o se cancele. Te lamentas que estas cosas te sucedan a ti y prometes cambiarte de casa porque en esa zona siempre hay obras.

3. Tan pronto como te das cuenta de que el desvío está ahí, te apartas de la carretera y te pones a pensar en opciones. Llamas por teléfono a la oficina para avisar que probablemente llegarás con algún retraso y pides a un compañero que presente la información que te correspondía a ti. Le envías un email con la información desde tu teléfono móvil. A continuación, preguntas a los trabajadores y policías sobre las rutas alternativas. Tomas una de ellas y te apoyas en el GPS.

Ahora planteémonos algunas preguntas:

¿Cuáles son los efectos de cada una de las opciones?
Partiendo de la misma situación, ¿qué nivel de control se tiene en cada uno de los escenarios?
A la mañana siguiente, ¿en cuál de los escenarios te sentirás con mayor autestima? Justifica tu respuesta.
¿Qué nivel de impacto tiene el cambio que viviste (bajo, medio o alto)?
¿Cada cuánto te parece que suceden cambios como el anterior?
¿Qué nivel de involucramiento tuviste en el cambio?
¿Cómo estás encajando el cambio en cada uno de los escenarios?


A reserva de lo que hayas respondido, veamos unos rangos de posibles respuestas:

Impacto del cambio: Desde lo más insignificante hasta lo más impactante. Todos son cambios.
Frecuencia del cambio: Permanente. Los grandes cambios están más espaciados en el tiempo por regla general, pero hay cambios todo el tiempo.
Desencadenante del cambio: En un extremo el sujeto que vive el cambio puede ser el que lo impulsa completamente (es el impulsor del cambio) y en el otro el sujeto que vive el cambio puede ser totalmente pasivo (el cambio le viene dado).
Reacción ante el cambio: Las ocho fases del cambio (donde no es obligatorio pasar por todas) son 1. la inmovilidad, 2. la negación, 3. la cólera, 4. la negociación, 5. la angustia, 6. la tristeza, 7. la depresión y 8. la asimilación.

La gestión del cambio consiste en buscar la ruta directa de la inmovilidad a la asimilación sin pasar por las fases intermedias. Para esto ¿qué pasos concretos necesitamos dar? De manera muy simplificada:

1. Hacerte consciente de que estás viviendo un cambio.
2. Hacerte consciente de tu respuesta actual a ese cambio.
3. Hacerte consciente de tus opciones ante el cambio buscando en las acciones sobre las cuales ejerces influencia directa.
4. Ejercer esas opciones.

Para ello, veamos un diagrama de las zonas en las cuales habitamos:



Al inicio de esta entrada, nos encontrábamos tranquilamente en la zona de confort. Cuando nos hemos enterado del desvío hemos entrado en la zona de pánico. Cuando hemos asimilado el cambio y tomado cartas en el asunto, hemos actuado desde la zona de desarrollo.

Y tú, ¿te opondrás al cambio, lo ignorarás o lo gestionarás?



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