jueves, 24 de noviembre de 2011

El Coaching: una herramienta para "vivir despiertos"

Hay muchas películas que plantean el tema: vivimos en un mundo en el que los días pasan rápidamente, son muy parecidos unos y otros (Atrapado en el tiempo / El día de la marmota) y se cuentan por semanas y a veces por estaciones. Vivimos en un mundo de plástico y pensamos que debe haber algo más (Matrix). Trabajamos todo el día, llegamos a casa y ponemos la televisión donde vemos cosas que queremos  comprar y para eso pensamos en tener más dinero...trabajando más. Vivimos desdeñando el presente y poniendo nuestros ojos en el futuro...un futuro que nunca llega (Click). Los lunes y martes queremos que pasen rápido, el miércoles ya es media semana, el jueves es casi fin de semana y el viernes es el principio del fin de semana. El domingo nos deprimimos porque al día siguiente hay que empezar de nuevo. Queremos que lleguen las vacaciones y cuando estamos en ellas pensamos en el trabajo que encontraremos al volver a la oficina. ¿En qué momento vivimos el presente? ¿Los sábados quizá? Pero los sábados gastamos dinero y nos metemos más profundo en la vida que detestamos. Al mismo tiempo sentimos una crisis de propósito y nos preguntamos: ¿dónde vamos a estar en 5 o 10 años? ¿quiero tener hijos para que vivan en este mundo? ¿si no tengo hijos voy a estar haciendo esto mismo por 30 años más? quisiera cambiarme de trabajo pero ¿a dónde me iría? ¿quisiera irme a vivir al campo o a la playa pero entonces cómo tendría dinero para vivir? me siento explotado pero ¿qué otra opción hay? quisiera jubilarme pero ¿qué haré cuando no trabaje? ¿sobrevivirá mi matrimonio cuando estemos juntos todo el día mi pareja y yo? Vivimos asustados y frustrados. Se da entonces el fenómeno de la "aceleración del tiempo": el tiempo pasa rápido cuando perdemos la conciencia. Cuando dormimos, nos parece que la noche no dura. La vida va más rápido ahora que antes, nos decimos. ¿No será que vivimos en un permanente estado de sonambulismo? ¿por qué a los niños la vida les parece larguísima? ¿por qué para ellos dos meses parecen un año y un año parecen cinco? Quizá la respuesta esté en que ellos realmente viven el momento. Si se encuentran en una situación aparentemente aburrida, ellos juegan y aprenden. Si están en una situación divertida, la viven al máximo y aprenden también. En ningún caso ponen el "piloto automático".

De manera semejante, nosotros recordamos cuando esperamos mucho en una fila y creemos que siempre estamos en la fila más larga porque recordamos esos momentos en los que nos hacemos conscientes (aunque no los disfrutemos). Pero cuando la fila es corta no tomamos conciencia y el momento pasa inadvertido: pasamos en piloto automático. En contrapartida, cuando vamos disfrutando de un paisaje el camino parece más largo: estamos conscientemente viviéndolo, mientras que cuando conducimos de casa al trabajo lo hacemos como autómatas. El factor común de ambas situaciones en que el tiempo se alarga: la conciencia de lo que hacemos.

Cualquiera que ha visto las películas a las que hacemos mención al principio, habrá notado que vivir en un mundo virtual, poner el piloto automático o vivir el mismo día interminablemente es frustrante y simplemente una falacia de vida. El Coaching nos ayuda a encontrar la salida de ese círculo vicioso. Nos ayuda a encontrar nuestro camino único en el mundo y a recuperar la ganas de encararlo. Un buen Coach nos cambiará la perspectiva, nos ayudará a adquirir conciencia de nuestras maneras de evadir la realidad, nos alumbrará ese propósito que alguna vez tuvimos pero que olvidamos, ya sea porque nos dejamos llevar a otro lado o porque nos autoengañamos y lo enterramos. 

Pensemos en un ejemplo muy simple y con un propósito a muy corto plazo: queremos bajar a la piscina pero pensamos que deberíamos hacer deberes de mayores. Una parte de nosotros desea una cosa y la otra mitad desea la otra. Nuestras subpersonalidades tienen una discusión y, cualquiera que sea la decisión que tomamos, la llevamos a cabo con cargo de conciencia. Mientras la hacemos, pensamos que deberíamos haber hecho lo contrario. Siendo los directores de nuestra propia orquesta, dejamos que nuestros músicos toquen cada uno a su ritmo en lugar de crear armonía y dirigir una sinfonía. Un Coach nos ayudaría en este caso a hacernos conscientes de esas subpersonalidades, a ponerlas a negociar y alcanzar una decisión satisfactoria para auténticamente disfrutar de ese momento (en la piscina o en casa haciendo deberes). En suma, a estar despiertos mientras hacemos las cosas, vivir lo que realmente queremos y estar presentes en el presente. Si podemos lograr esto para una decisión tan trivial, ¿lo podremos hacer para encontrar nuestro propósito a medio o a largo plazo?

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