lunes, 27 de febrero de 2012

El seguimiento del proceso de Coaching

Desde mi punto de vista, el Coaching se basa en ir cumpliendo metas en el camino a la consecución de un objetivo, donde es igualmente importante el objetivo final que el camino que se recorre para llegar a él. Lo anterior implica que es preciso poner un especial cuidado en la selección de los compromisos que se asumen, de manera que contribuyan el máximo posible con alcanzar el objetivo y que nuestro camino sea lo más vertical posible.

Me gusta proponer, en especial, dos herramientas que nos pueden auxiliar para ese propósito:

1. El árbol causa - efecto: Esta herramienta no fue inventada por ningún coach ni es exclusiva del coaching. Como otras muchas, es una herramienta prestada de disciplinas como el análisis causa - efecto, muy utilizado en la gestión de la calidad y el análisis de servicio. Consiste en plantear un diagrama con un origen (algo así como una fotografía del cliente el día que comienza el proceso) y un destino (un objetivo detallado al que se pretende llegar al final del proceso). En el medio, nos encontraremos con los hitos, metas y compromisos que van desprendiéndose de cada sesión de coaching. De tal suerte, vamos construyendo "ramas" que pueden realizarse de manera paralela y que van acerándonos del punto de salida al punto de destino. El árbol será más frondoso cuantos más hitos o metas paralelas nos hayamos propuesto y será más alto cuantos más hitos consecutivos nos propongamos.

Supongamos que nuestro objetivo es certificarnos como coaches profesionales asociados. Para ello, podríamos plantearnos algunos hitos como conseguir la información de todos los requisitos, lograr acumular las suficientes horas de coaching necesarias, conseguir recomendaciones de nuestros clientes y colegas de profesión, cumplimentar los formatos, pagar las cuotas correspondientes y finalmente aprobar un examen técnico. Todos estos hitos son hacia delante, y se encuentran en orden consecutivo (aún cuando podríamos simultáneamente conseguir varios de ellos). El diagrama mostraría lo siguiente:



 2. Tabla, hitos - roles: En esta tabla, cruzamos los hitos que perseguimos y los roles desde los que actuamos (por ejemplo vida personal y vida profesional o padre, empleado y vecino). En las columnas tendremos los hitos y en los renglones tendremos los roles. En el cruce de uno y otro, tendremos que dar nombre al compromiso (por ejemplo buscar asociaciones de coaching para avalarme como coach personal). Una vez completado ese primer nivel, en cada una de los grandes compromisos se detallan en un segundo nivel con los parámetros "cómo", "cuándo", y "dónde". De tal forma, llegamos a algo así:



Mediante la tabla hitos - roles, podemos conseguir además, asegurarnos de que todos nuestros compromisos tienen relación con nuestro objetivo y visualizar nuestros indicadores de cumplimiento esenciales.

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