jueves, 1 de marzo de 2012

Coaching: Elegir entre el destino o las oportunidades

"Hubo una inundación muy grande en un pueblo pequeño. Todas las personas buscaron la manera de salvarse, pero un hombre se quedó solo en ese lugar, subió al techo de su casa y rezaba incansablemente pidiendo que Dios lo salvara.
Confiaba plenamente en el Señor y estaba seguro que lo salvaría. De repente, fue interrumpido por un hombre que pasaba en una balsa invitándolo a subir, pero el hombre respondió "Dios me salvará" y lo dejó ir.

Luego pasaron personas en un bote, en una lancha y finalmente en un helicóptero.

A todos los rechazó diciendo: "Dios me salvará."

Finalmente se ahogó y llegó al cielo. Dios lo recibió a la entrada.

El hombre, molesto, le espetó a Dios:
"¿Por qué no me salvaste si yo confiaba en ti?"
Dios le respondió: "¿Y la balsa, el bote, la lancha y el helicóptero que te mandé?"

Es una historia muy conocida que representa lo que le sucede a muchas personas que esperan que el destino se manifieste a su favor. Pero para que el final de la historia sea distinto, el Coaching nos puede echar una mano. El primer paso de cualquier proceso de coaching es identificar un objetivo y definirlo con todo el detalle posible. A partir de ahí, los caminos empiezan a separarse según el tipo de enfoque de coaching que se siga, pero por regla general, lo que se busca a continuación es cómo hacer lo que queremos y qué tenemos para apoyarnos. Ése es un proceso que podemos resumir como "la búsqueda de oportunidades".


Un marco de trabajo que podemos utilizar es buscar una oportunidad para cada meta que nos planteamos de camino al objetivo. Esto es, dividir nuestro gran objetivo en hitos que por sí mismos tengan un valor y luego buscar una oportunidad a explotar. Una oportunidad es, sencillamente, una situación que ya está allá afuera y que es independiente de nosotros. La mayoría de las veces, la situación o circunstancia puede verse como una posible ayuda o como una amenaza, según nuestra interpretación.


Una persona que desea obtener mayor formación en su trabajo (como meta de un objetivo tal como ascender en la jerarquía organizacional) puede entonces ver una entrevista anual con su jefe directo como una oportunidad, o como una amenaza. La entrevista anual se llevará a cabo tarde o temprano, y la persona sólo puede decidir como encararla. 

¿Cómo podría ser una oportunidad? Por contraste, ¿cómo podría ser una profecía autocumplida de destrucción? Veamos algunas opciones:

a) La persona comenta con su jefe sus inquietudes y deseos y plantea la necesidad de adquirir nuevas competencias para ellos.
b) La persona espeta a su jefe que hasta el momento no se le ha dado la formación que desea y, encima, se le exigen nuevos retos.


En resumen, la secuencia que permite buscar oportunidades para lograr objetivos, tiene el siguiente orden:


1. Determinación y delimitación del objetivo.
2. Determinación de metas intermedias (y deseables por sí mismas).
3. Búsqueda de oportunidades para alcanzar las metas intermedias, donde las oportunidades son situaciones que se darán independientemente de la persona pero que pueden ser un marco propicio para la acción en favor del cumplimiento de la meta.


Algunos ejemplos de oportunidades típicas de procesos de coaching: reuniones con directivos, reestructuraciones, productos o procesos nuevos, eventos, innovaciones tecnológicas, reubicaciones, formaciones, fusiones...

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